Las relaciones en el exterior en el periodo alemanista están situadas en el contexto de la posguerra y por ello, todos los sucesos al respecto guardan una estrecha relación con la línea ideológica marcada por Estados Unidos en los comienzos de la Guerra Fría. De acuerdo con estos lineamientos se desarrollarían las políticas del presidente Alemán, incluso en el orden interno, por que en función de su interés en acelerar la industrialización en México, se vería obligado a recurrir al financiamiento externo. Por lo tanto, debía actuar de forma congruente con la perspectiva de las potencias capitalistas, sobre todo con Estados Unidos, ya que siguió manteniendo buenas relaciones que se reflejaron en las visitas recíprocas que hicieron los mandatarios de ambos países.
Respecto a la relación de México con estados unidos, el gobierno alemanista se propuso varios objetivos y hubo de enfrentar algunos problemas. Entre los objetivos destacan los siguientes: a) buscar apoyo financiero para realizar el proyecto económico; b) conseguir créditos para la industria petrolera; c) atraer la inversión extranjera; d) revisar el tratado comercial de 1942 para finalizar los compromisos contraídos en el mismo.
Ahora bien, entre los problemas que se suscitaron en las relaciones mexicano estadounidenses durante el gobierno de Alemán: uno se refiere a los braceros mexicanos que emigraron a los Estados Unidos a consecuencia de la falta de mano de obra en ese país durante la guerra mundial, y el otro tuvo lugar en el sector rural, provocado por la exigencia estadounidense de que el gobierno mexicano ordenara el exterminio de ganado en una campaña masiva contra la fiebre aftosa, ante la amenaza de que esta enfermedad llegara al territorio del país vecino.
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